La pregunta puede parecer absurda pero aunque pienses que es algo fácil de utilizar, las encuestas no dicen lo mismo.  Un dato importante es que, la mitad de los adolescentes que lo utilizan, lo hacen de forma incorrecta y de todos los que tienen relaciones, tan solo 5 de cada 10 lo usan.

¿Dónde radica el problema? La falta de información y algunos de los mitos que existen sobre relaciones sexuales son los mayores problemas. La impulsividad adolescente y el exceso de confianza son algunos de los motivos que hacen a la mitad no utilizarlos. En cuanto a su mal uso, os enumeramos algunos de los errores más comunes que se cometen:

  • Muchas personas llevan preservativos en sus carteras durante mucho tiempo antes de utilizarlos, corriendo el riesgo de que no se encuentren en buen estado cuando surge la ocasión.
  • Algunos adolescentes tienen la creencia de que solo existe peligro de embarazo a la hora de eyacular con lo que no lo utilizan hasta ese preciso momento.
  • En las relaciones sexuales a veces se utilizan aceites, vaselinas o mantecas como lubricantes que pueden provocar fisuras en el látex.
  • Hay personas que no sacan el aire de la tetilla que el preservativo tiene en la punta con lo que se puede producir exceso de tensión y rotura.
  • Algo tan absurdo como abrir el envoltorio con los dientes puede provocar daños en el látex.
  • Algunos adolescentes utilizan dos preservativos juntos creyendo así que la protección aumenta, cuando lo único que lo hace es el riesgo de rotura. No por llevar más se protege mejor.
  • Dejar el pene en la vagina durante mucho tiempo tras la eyaculación provoca que el preservativo pueda quedarse dentro, corriendo riesgos de embarazos no deseados.
  • Muchos de ellos creen en el mito de que en una primera relación no se puede producir un embarazo. Desde el minuto uno de una relación existe esa posibilidad, incluso sin haber eyaculado. Motivo por el cual tampoco la marcha atrás es efectiva. Antes de la eyaculación el pene expulsa pequeñas cantidades de líquido seminal productivo.
  • Nunca, nunca, nunca, deben reutilizarse. La falta de poder adquisitivo lleva a algunos jóvenes a reutilizar los preservativos perdiendo estos todo el poder de protección.
  • Muchos de ellos no creen necesario utilizarlos para el sexo oral puesto que no hay riesgo de embarazo. Pero las ETS se transmiten fácilmente de forma oral, cualquier herida o llaga en la boca es una puerta abierta para la entrada de enfermedades.
  • Tampoco conocen la existencia de distintas tallas de preservativo y no se aseguran de usar el tamaño correcto. Tiene que llegar cómodamente a la base del pene.

Todo ello es perfectamente aplicable a cualquier adulto, no solo adolescentes. Estos son los errores más comunes que no debes cometer. Que en un método anticonceptivo y protector de ETS tan fiable como un preservativo se cometan estos errores absurdos es algo con lo que tenemos que terminar. Tan solo con un poco de información conseguiremos disfrutar de las relaciones sin riesgo.

Si quieres informarte más sobre el uso correcto del preservativo, te dejamos un enlace a otro artículo que escribimos hace un tiempo sobre el tema: «Uso correcto del preservativo»

Disfruta del sexo sin peligro, ponte preservativo, PONTE ON!!