La infidelidad ha sido desde el principio de los tiempos el motivo principal que provoca que las relaciones se rompan.  La pérdida de confianza con la pareja es una de las trabas más difíciles de superar. Sentirse engañado por la persona que quieres es una de las peores experiencias que puede sufrir una pareja estable y tradicional.

Pero existen individuos que transforman esta experiencia y la convierten en un fetiche sexual. El cuckolding consiste en que se permiten las relaciones externas a la pareja siempre y cuando se cuenten los detalles de la misma e incluso se pueda observar. Para muchas personas esto puede resultar impensable, pero para otras la narración de los hechos sexuales de su pareja con otro individuo puede resultarles sumamente excitante.

Según los practicantes de esta técnica no existe engaño puesto que está plenamente consentido.

Según Google la búsqueda de información sobre este fetiche se ha doblado en los últimos años y actualmente se encuentra en segundo lugar entre los términos sexuales más buscados por Internet.

Tras este creciente interés, los expertos opinan sobre el motivo de por qué esta técnica puede llegar gustar a un determinado tipo de hombres:

  • Para algunos es considerado como una variante del masoquismo. Sentirse humillado por parte de la pareja es importante para los defensores de esta variante. Pero el hecho de que a los practicantes de esta modalidad no les atraigan otras formas de sadomasoquismo hace que se descarte un tanto esta opción.
  • Según otros artículos se opina que no sería una forma de ser dominado sino más bien de dominar puesto que es el hombre el que decide cuándo y en qué condiciones le engañan.
  • Se puede creer en otros casos que se trata de una forma de escapismo, o lo que es lo mismo, sus defensores lo utilizan inconscientemente para eludir sus propias responsabilidades sexuales en otro hombre.
  • También hay quien opina que el hecho de convertir a la mujer en un objeto hipersexual, tremendamente deseado por otro hombre, mientras que uno piensa que sigue siendo su “propietario”, hace que haya personas que lo sientan como un símbolo de estatus.
  • Enmascarar la bisexualidad es otra de las posibles explicaciones. Hacer creer que es la mujer la que produce la excitación y aprovechar esta mascara para observar a un hombre sin tapujos realizando el acto sexual, podría ser otro de los motivos de su práctica.

Sea la explicación que sea, está claro que quienes lo practican de una manera libre y consciente disfrutan plenamente de este fetiche. En la libertad y necesidades de cada ser humano está en llevarlo a la práctica o por el contrario, calificarlo como un acto imposible.

Y  sobre todo, decidas lo que decidas, ¡Ponte ON!