¿Nunca te has preguntado por qué existen personas que sin poseer los cánones de belleza establecidos te resultan extremadamente atractivas? ¿Y que si te preguntaran qué ves en ellas para provocar en ti esas sensaciones no sabrías explicarte?

Existen muchas definiciones de sensualidad, pero lo cierto es que es una de las características humanas más difíciles de definir de un modo literal. Tan solo sabemos  que está altamente ligada a los sentidos y a las sensaciones que provoca y de  ahí viene  su nombre.

Si preguntas a varias personas qué es la sensualidad, posiblemente las definiciones se parezcan. Pero si pruebas a preguntar qué tiene que tener otro individuo para que lo definan como sensual y qué sensaciones les provocan, encontraras ahí que es un concepto totalmente subjetivo.

La sensualidad es una característica de la personalidad como cualquier otra, se nace con ella y son las experiencias de la vida las que pueden hacer que se potencie o desaparezca. No es nada físico, que se palpe, sino más bien un cúmulo de actitudes que provocan  múltiples sensaciones en la persona que las recibe. Todas ellas de carácter sexual en mayor o menor grado, atracción, interés, excitación…

La sensualidad es un talento, un don, un arte.

Todo el mundo puede ser sensual en determinados situaciones si se lo propone, pero la verdadera sensualidad es aquella que no se provoca, que está permanentemente a la vista de cualquiera, en las situaciones cotidianas. Es una fórmula alquímica de gestos y movimientos, como  la forma de moverse, de pedir un café, un tono de voz, una forma de mirar, tocarse el pelo, morderse el labio,  una sonrisa, un gesto…

La sensualidad va íntimamente relacionada con la seguridad en uno mismo. Nada tiene que ver con el físico de las personas pero sí con la aceptación de su sexualidad y el grado y la pasión con la que disfruta de ella. Y quizás en todo esto radica su atractivo.

Todo empieza por uno mismo. Fomenta tu seguridad personal, quiérete tal como eres. Hay elementos como el humor, la inteligencia y la picardía que resultan universalmente sensuales, y es que no todo está en el físico y la apariencia. Trabaja tu energía sexual y disfruta plenamente de ello.

Vive cada instante haciendo el amor con la vida.

¡¡¡Practica la sensualidad y diviértete!!!

Y recuerda, en tus relaciones siempre ¡¡PONTE ON!!