El verano está ya a la vuelta de la esquina y, como cada año, las vacaciones, el sol y el buen ánimo hacen que la frecuencia de los encuentros sexuales aumente. Por eso, hoy queremos recordarte una serie de recomendaciones para una higiene íntima, tanto masculina como femenina, intachable. ¡Sigue leyendo!

1. Por qué es importante mantener una correcta higiene íntima

Las razones fundamentales para mantener una correcta higiene genital son dos: primero, por respeto hacia la otra persona y, segundo, para evitar cualquier tipo de infección que afecte a la salud y a la sexualidad.

2. Con qué frecuencia deben lavarse los genitales

Si no se lavan correctamente los genitales, pueden aparecer infecciones y otras molestias, como olores fuertes, picazón o ardor. Por eso, es muy importante saber cuánto hay que lavarlos. La respuesta es fácil: ni de forma excesiva, ya que puede causar sequedad, alterar la flora vaginal, etc., ni insuficiente, lo que provocará infecciones, microbios y olores. En resumen: conviene lavarse una vez al día. Puedes lavarte hasta dos veces en caso de calor y de sudor excesivo, pero no más.

3. Cómo lavar y cuidar los genitales

En el caso de los hombres, el pene requiere un cuidado específico: debe limpiarse con agua abundante y jabón, prestando especial atención a la zona del glande. En el caso de los penes no circuncidados, hay que retirar hacia atrás el prepucio y limpiar bien esta zona porque suele acumular secreciones. Además, los testículos también deben lavarse suavemente con agua y jabón.

En el caso de las mujeres, conviene usar un jabón neutro para lavar la vagina, ¡ni hablar del gel de ducha habitual! Los geles de ducha son muy agresivos y pueden dañar el pH y la flora vaginal, por eso, conviene usar para la vagina un gel suave, sin perfume y con pH neutro.  Además, es muy importante secar bien la zona genital, así como los pliegues inguinales y de los glúteos, ya que la humedad favorece la proliferación de hongos y bacterias. Evita aplicar cualquier producto de belleza sobre esa zona: desodorante, aceites y otras cremas. En cuanto a las toallitas, puedes utilizarlas siempre que sean suaves y sin alcohol y específicas para la higiene íntima. Es muy importante tener en cuenta que después de orinar o defecar hay que limpiar la zona genital desde delante hacia detrás para evitar contaminar la zona vaginal con bacterias procedentes de las heces.

Los genitales son una parte muy delicada y muy importante de nuestro cuerpo, así que ¡cuídalos y mantenlos limpios!