Resulta difícil de entender estos dos términos juntos siendo que el orgasmo está íntimamente enlazado con las relaciones sexuales, ya sea en pareja o de forma individual. Pero según algunos estudios, aunque parezca difícil de explicar, si es posible.

Se han estudiado los cambios que existen en el cerebro durante un orgasmo producido exclusivamente mediante un estimulo mental. Durante el clímax se produce un descenso del flujo sanguíneo en una zona localizada del cerebro y se activa otra zona relacionada con las sensaciones corporales y la empatía. Todas ellas iguales independientemente del estimulo que las provoca.

Pero obtener estos datos en un orgasmo no sexual se puede dar en determinadas situaciones:

  • Durante el sueño: Es posiblemente la más conocida y la que más se produce. Durante la fase de sueño REM a veces se producen contracciones involuntarias de la musculatura pélvica que genera el orgasmo.
  • Fricción: En algún caso el roce de los muslos entre sí puede provocar la contracción del suelo pélvico ayudando a alcanzar al orgasmo.
  • Hipnosis: Es bastante complicado de alcanzar porque el hipnotizador tiene que dejar el inconsciente del individuo muy liberado para alcanzar una zona muy dominada por la autocensura.
  • Ejercicio: Según un estudio de una universidad americana, muchas mujeres reconocen haber alcanzado el orgasmo durante la realización de ejercicio físico. Mas debido, como hemos comentado en el segundo punto, al roce de la zona que al ejercicio en sí. Desgraciadamente no todas las mujeres son capaces de lograrlo, al menos de manera voluntaria.
  • Pensamiento: Existen personas capaces mediante concentración y estimulo mental conseguir sensaciones iguales o similares a un orgasmo convencional.
  • Estimulación: Mediante el roce de zonas no genitales como la espalda, los brazos, los muslos, etc. La persona adecuada puede producir un orgasmo en el receptor. Son de vital importancia tanto la habilidad del que acaricia como la concentración mental y física del que las recibe.

Está claro que el placer que proporciona el orgasmo es totalmente físico, pero en él participan no solo diversas partes y órganos de nuestro cuerpo, sino lo que es más importante, el subconsciente y nuestra mente que poseen un potente poder afrodisiaco.

Las combinaciones en el campo sexual son infinitas, y la libertad de elegir y experimentar depende de cada uno de nosotros. Llevando a la práctica todas aquellas experiencias que nos resulten interesantes nos harán poseer un mayor conocimiento de nuestro cuerpo y de nuestra mente. De este modo llegar al clímax será más sencillo y más controlado a nuestra voluntad.

¡Prueba y diviértete! ¡Ponte ON!