Durante estos días disfrutamos de la compañía de los nuestros como aspecto positivo. Son las reuniones en torno a la mesa lo más gratificante de estas fiestas pues, además de la compañía, disponemos de una cantidad y variedad de  comida de la que normalmente no disfrutamos día a día. Esto nos lleva a comer más de lo necesario, creando no solo malestar tras las comidas sino que alguno de esos kilos se quedará con nosotros.

La cuestión no es evitarlas, puesto que hay que disfrutarlas, pero sí que podemos seguir unos consejos que nos ayudaran a que las digestiones sean mejores y los kilos en nuestro cuerpo pasen de largo.

  • Evitar las dietas previas a las fiestas: Mucha gente se prepara de este modo para las comidas navideñas y el efecto que buscan no es el que piensan. Al llegar a estas comidas tenderás a comer más de lo debido por el hambre acumulado de los días anteriores, difícil de controlar. Además el cuerpo acostumbrado a la poca ingesta calórica, tiende a acumular más grasa de reserva durante estas comilonas, que si no estuviera previamente a dieta.
  • No acudas con el estomago vacío: Tus ojos querrán todo aquello que peor le sienta a tu estomago: azúcar y carbohidratos, en cantidades que luego le costara digerir.
  • Bebe mucha agua: Es saciante y acaloríca. Con ello conseguirás reducir la cantidad de alimentos que ingieras.
  • Come lentamente: La sensación de saciedad que envía el estómago al cerebro tarda unos 20 minutos a llegar.  Si lo hacemos lentamente, no corremos el riesgo de comer en exceso durante esos minutos en los que el estomago ya está a tope. De este modo evitarás la desagradable sensación de hartazgo que se produce al comer más de lo necesario.
  • Come proteínas: Aumentan la saciedad y el metabolismo. Comidas antes de los azucares minimizan los picos en sangre, de este modo podrás darte el capricho de algún postre sin remordimiento.
  • Aperitivos y postres: Elige preferentemente entre los menos grasos, como espárragos, alcachofas con jamón, marisco hervido o a la plancha. La mezcla de verduras y proteínas es perfecta para controlar las calorías. Otra opción es que si te has excedido en los entrantes dejes de lado los postres o al revés, si prefieres el dulce abstente en los aperitivos.
  • Alimentos a evitar: Evita o reduce todo lo que puedas los fritos, hojaldres, alimentos excesivamente grasos, pan y salsas.
  • Alcohol: Además de que la mayoría luego tiene que coger el volante, el alcohol es altamente calórico, sobre todo los de alta graduación. Evítalo en lo posible, dos copas de vino o cava serian suficientes. Muchos de los excesos calóricos de estas fiestas son debidos, pese a que pensemos que es la comida, al alcohol.
  • Escucha a tu cuerpo: Es el que mejor te va a informar de que haces lo que debes. Si te sientes pesado, sufres una mala digestión, necesitas soltarte el botón del pantalón, indica que en la siguiente comida no debes hacer  lo mismo.

Son consejos fáciles de aplicar que harán que estas fiestas pasen por nuestro cuerpo sin apenas percibirlo. Se puede disfrutar de la compañía y la comida sin tener que arrepentirnos. Si a después de hacerlo, le sumamos algo de ejercicio físico sería perfecto.

El sexo, por ejemplo, es un quema grasas ideal para los excesos navideños, y un colofón perfecto, no crees?

Felices Fiestas!

Ponte ON!