Los egipcios, en el 1.000 a.C., primeros en utilizar fundas de tela como preservativo
El preservativo ha sido usado desde tiempos inmemorables para prevenir «enfermedades venéreas» (como se les conocía antes, en honor a Venus, diosa del Amor), al igual que como método anticonceptivo. En cuanto el ser humano descubrió la relación entre el sexo y la concepción de los hijos, así como entre el sexo y la aparición de ciertas enfermedades, comenzó a utilizar secciones más o menos largas de tripas de animales con una de las puntas atada. En Egipto, al menos desde el 1.000 a.C. se utilizaban fundas de tela sobre el pene.
La evidencia más temprana del uso del preservativo en Europa es en las escenas de las pinturas de la cueva en Combarelles en Francia entre los años 100 AC y 200 DC. Aunque las primeras descripciones y escritos publicados con respecto al uso como profiláctico fueron registrados por el italiano Gabrielle Fallopius (el que les dio su nombre a las femeninas trompas) en el 1500 y apuntó haber inventado una envoltura hecha de lino, que tras realizar ensayos entre 1100 hombres, ninguno se infectó con sífilis.
El origen de la palabra “condón” sigue siendo desconocido. El folklore atribuye la invención al Dr. Condom o Conton, de la corte de rey Charles II en el 1600. El condón, hecho de la tripa animal, llegó a ser tremendamente conocido y renombrado en la literatura de los años 1700. La historia sugiere que el amante legendario del siglo XIX: Casanova fue un usuario regular de este tipo de contracepción. El se refería a los preservativos como “Redingote Anglaise” (capa inglesa de montar a caballo). Al mismo tiempo, los japoneses utilizaban dos tipos de preservativos, El “Kawagata” o “Kyotai”, hecho de cuero fino y el “Kabutogata” hecho de caparazón de tortuga o de marfil.
El preservativo de goma fue desarrollado poco después la creación del caucho vulcanizado en la década de 1840, por Goodyear y Hancock. La vulcanización es el método o el proceso de tratar el caucho crudo con ácido sulfúrico y someterlo a calor intenso. Este proceso convierte al caucho en un material elástico y fuerte. La fabricación líquida del látex en los años 30 reemplazada al caucho que siendo la base para la fabricación hasta hoy. A partir de los años 90, la tecnología dio un gran salto y permitió la producción de versiones mucho más sofisticadas.
Líderes en Japón y Estados Unidos, los preservativos ON destacan actualmente por incorporar la tecnología Sheerlon, gracias a la cual son los preservativos de látex de caucho natural más finos, suaves y resistentes del mercado. La alta sensibilidad que proporcionan ha conquistado también a los consumidores de diversos países. Durante 9 años consecutivos, el modelo Crown de Okamoto, ultra fino y extra suave, ha sido elegido en EEUU como “Mejor preservativo del mundo” en condomdepot.com