La obsesión de algunas personas hoy en día es saber cuántos minutos debe durar el acto sexual para ser considerado como positivo. Existen numerosos estudios al respecto. Podemos comprobar fácilmente este creciente interés observando la cantidad de artículos que existen en la red sobre que posturas hacen alargar la eyaculación en los hombres o que puntos tocar para poder alcanzar más fácilmente el clímax.

Uno de los primeros estudios que existen sobre este factor pertenece a Alfred Kinsey, famoso entomólogo americano. En 1948 descubrió que el 75% de  los hombres que investigó alcanzaba la eyaculación dos minutos después de producirse la penetración, en  alrededor de la mitad de las ocasiones.

Con el paso del tiempo las cosas han ido cambiando. La mejora en la educación sexual, la importancia que ha adquirido en la sociedad actual  y el creciente interés por  mejorar nuestras relaciones sexuales hacen que los tiempos hayan ampliado, aunque quizás, no como muchos quisieran.

En el año 2004 un grupo de psicólogos investigaron a 154 parejas heterosexuales en cuanto a la duración de sus relaciones. Los resultados fueron que la media dedicaba a los juegos previos entre 11 y 12 minutos y la duración del coito alcanzaba los 8 minutos. Pero era común entre todos ellos su deseo de que las relaciones durasen al menos el doble de tiempo. No importaba tanto el nivel de satisfacción alcanzada sino aguantar más tiempo.

Existen muchos estudios posteriores con mayor o menor nivel de participación pero la conclusión de todos ellos es que el coito tiene una duración media de 5 minutos.  Lo que era también común para todos los participantes era el convencimiento de ser  un tiempo escaso y todos querrían aumentar la duración.

La conclusión es que muchos individuos, hombres fundamentalmente, se muestran más preocupados  por  la duración del coito que por el  grado de satisfacción alcanzado.  Y que sus expectativas de duración del mismo son más propias de los estereotipos existentes que lo que es la autentica realidad.

De este modo nos damos cuenta  que no se puede centrar el éxito de las relaciones tan solo en  la penetración. Los juegos sexuales pueden ser extremadamente divertidos y aquí sí que no existe límite de tiempo.

Olvidemos los estereotipos y veamos la realidad tal y  como es. Hay que pensar en disfrutar del momento, divertirse y olvidar todo lo demás. Una relación puede ser tremendamente satisfactoria tanto si dura 5 minutos como si dura una hora. En el sexo no se debe tener un propósito y el único objetivo que debe plantearse es divertirse y disfrutar, todo lo demás resta.

No hay competición, solo juego, así que diviértete y ¡ponte ON!