Todos sabemos de los beneficios tanto físicos como mentales de la práctica regular de relaciones sexuales. Es obvio hablar de las mejoras que produce tanto en nuestro organismo como en nuestro bienestar psíquico mantener relaciones sexuales de forma periódica. Según estudios realizados tener relaciones al menos tres veces por semana ayuda a las personas a mejorar su apariencia física reduciéndola en al menos 12 años.
A nivel cardiovascular, practicar sexo regularmente, al ser un ejercicio aeróbico, mejora notablemente la salud física, y reduce el riesgo de infarto.
Pero lo que no es tan conocido son los últimos estudios sobre la abstinencia sexual y los riesgos físicos y psicológicos que esta práctica conlleva.
Para muchas personas la abstinencia se encuentra entre sus conductas de vida, es decir, deciden libremente mantenerla por distintos motivos como pueden ser religiosos, educacionales, personales, etc.
Para otras sin embargo, son las circunstancias las que les obligan a mantenerla no decisiones propias. Como pueden ser enfermedades o la soledad, siendo estas opciones impuestas las que más perjuicios arrastran sobre todo a nivel psicológico.
En cualquiera de los casos la abstinencia amplifica a nivel psíquico cualquier carencia que posea el individuo que la practique. La depresión, la inseguridad, la ansiedad y cualquier rasgo negativo de la personalidad se ven claramente magnificados ante la ausencia de sexo. Siempre dependiendo de si es una abstinencia forzosa o voluntaria, ya que según de cuál de ellas se trate, el grado de perjuicio varía notablemente.
También se reflejan diferencias entre las consecuencias de la abstinencia dependiendo del sexo del individuo:
- En los hombres provoca miedos a no tener erecciones productivas, lo que produce que eviten practicarlas posteriormente por miedo al fracaso. A nivel físico además, hay estudios que demuestran que no tener al menos 5 eyaculaciones por semana aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata.
- Mientras que a las mujeres la abstinencia les hace creer que van olvidando sus talentos eróticos y sus armas de seducción, lo que les merma la confianza a la hora de intentar conseguirlas. A su vez, a nivel físico, después de un periodo prolongado de inactividad sexual podrían presentar dificultades en la lubricación y padecer por ello molestias en sus relaciones futuras.
Así que ya sabes, mientras dependa de ti, no hay nada en el sexo perjudicial sino al contrario, es la abstinencia la que no aporta. Aprovéchate de sus múltiples ventajas y practica regularmente.
Y recuerda, en tus relaciones sexuales ¡¡Ponte ON!!