Todos hemos tenido alguna vez granitos, espinillas y marcas, y casi hubiéramos preferido salir de casa con una bolsa en la cabeza antes de que nos vieran así. Aunque esta situación se produce frecuentemente durante los cambios hormonales de la adolescencia, muchas veces se prolonga, y a los veinte y muchos, treinta y muchos y subiendo… nos siguen saliendo granitos de vez en cuando.
¿Cómo ponerle solución? Esta vez es solo «medio fácil».
Lo primero que hay que hacer para poder poner solución a un problema es conocerlo en profundidad. ¿Qué es el acné? Un grano empieza a salir cuando los poros de la piel se obstruyen con un tipo de grasa llamada sebo, que en condiciones normales lubrica la piel y el pelo. Puesto que muchas de las glándulas productoras de sebo se encuentran en la frente, la nariz y la barbilla, esta zona —la zona T— es donde salen más granos.
Aunque se cree que con remedios caseros o farmacéuticos se puede poner fin al acné, lo cierto es que hay muchos factores que influyen en la aparición de granitos que no están bajo nuestro control. Por eso, te proponemos que sigas estos 5 trucos básicos para mejorar el estado de tu acné y la salud general de tu piel.
- Lavar la cara dos veces al día (no más) con agua tibia y un jabón suave fabricado específicamente para pieles grasas. Esto te ayudará a mantener la piel limpia y libre de sebo. Además, deberías evitar tocarte la cara con las manos o apoyarla en objetos que tienden a acumular sebo y residuos de la piel, como la pantalla del móvil, por ejemplo. Lleva el pelo limpio y evitar que entre en contacto con el rostro también ayuda mucho, ya que evita que la grasa y la suciedad que contiene no te obstruya aún más los poros de la piel.
- Cuidar la dieta. Seguro que has escuchado muchas veces la típica frase «somos lo que comemos». Pues, sí, desgraciadamente es cierta. Prueba a disminuir tu consumo de grasas y de «comida basura» y a aumentar tu consumo de frutas y verduras. Estas juegan un papel importante en el control de la producción excesiva de sebo.
- Beber mucha agua. Esto ayuda con la limpieza del organismo y tendrá un reflejo directo en tu piel.
- Tomar el sol con moderación. ¡Sin pasarse! Tomar el sol con moderación es una buena manera de procesar la vitamina D que ayuda con el mantenimiento y cuidado de la piel. Eso sí, tienes que proteger siempre tu piel del sol con una buena crema de protección. Puede parecer que el bronceado disimula el acné, pero solo se trata de algo temporal. No olvides que el sol también provoca lesiones en la piel que, a la larga, favorecen la aparición de arrugas e incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
- Hacer ejercicio. Regula la circulación y limpia el organismo, librándolo de toxinas. Además, la transpiración elimina impurezas y la grasa de tu rostro. Eso sí, para no empeorar la infección, recógete siempre el pelo y lleva una toalla limpia para secarte e ir eliminando el sudor de la cara.
Estos trucos te ayudarán a prevenir y tratar los granitos y espinillas. ¡Síguelos y seguro que podrás olvidar la idea de la bolsa en la cabeza!