La enfermedad inflamatoria pélvica  es una infección que se presenta en el útero, las trompas de falopio y otros órganos genitales internos. Es una complicación grave de ciertas enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente de la infección por clamidia y de la gonorrea. Puede afectar las trompas de Falopio y los tejidos del útero, los ovarios y las áreas circundantes. La EIP puede provocar consecuencias graves que incluyen; infertilidad, embarazo ectópico, formación de abscesos y dolor pélvico crónico.

 ¿Cómo se contrae?

La enfermedad inflamatoria pélvica ocurre cuando bacterias de la vagina y el cuello uterino se trasladan hacia arriba donde se encuentra el útero, los ovarios o las trompas de Falopio. Las bacterias pueden producir un absceso en una trompa de Falopio o el ovario. Si no se trata esta enfermedad oportunamente, pueden ocurrir problemas a largo plazo.

Las dos enfermedades de transmisión sexual que son la causa principal de la enfermedad inflamatoria pélvica son la gonorrea y la clamidia. La gonorrea y la clamidia pueden producir síntomas inespecíficos o incluso no causar síntomas en la mujer. Una vez que una mujer se infecta con gonorrea o clamidia, si no recibe tratamiento, puede llevar entre sólo unos días a varias semanas antes de que presente una enfermedad inflamatoria pélvica. La enfermedad inflamatoria pélvica también se puede producir debido a infecciones que no se transmiten sexualmente, como en el caso de vaginosis bacteriana.

Las mujeres sexualmente activas que están en edad de procrear son las que están expuestas a un mayor riesgo, y las mujeres que tienen menos de 25 años de edad tienen mayor probabilidad de contraer EIP que las mujeres mayores de esta edad. Se debe a que el cuello uterino de las adolescentes y mujeres jóvenes no está completamente formado, lo que aumenta su susceptibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual relacionadas con la EIP.

¿Cuáles son sus síntomas?

Algunas mujeres con una enfermedad inflamatoria pélvica sólo presentan síntomas leves o a veces ningún síntoma. Debido a que los síntomas no son específicos, las mujeres o sus proveedores médicos no reconocen muchos casos de esta enfermedad. A continuación se señalan los indicios y síntomas más comunes de la enfermedad inflamatoria pélvica:

  1. Secreción vaginal anormal
  2. Dolor en la parte inferior y superior del abdomen (a menudo un dolor leve)
  3. Sangrado menstrual anormal
  4. Fiebre y escalofríos
  5. Dolor al orinar
  6. Náuseas y vómitos
  7. Dolor al tener relaciones sexuales

Prevención

Las mujeres pueden protegerse tomando medidas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual o, si contraen una ETS, tratándose la enfermedad a tiempo. La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es abstenerse de tener relaciones sexuales o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y se sabe que no está infectada.

Los preservativos de látex en los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, reducen el riesgo de transmisión de la clamidia y de la gonorrea.