relaciones sexuales

¿Quieres conocer alguna de las parafilias más comunes?

Alguna vez hemos hablado de que la libertad en la práctica sexual tan solo tiene su límite en aquello que no toleremos. Siempre que dos personas estén de acuerdo en practicar cualquier opción sexual, por extraña que parezca, será perfectamente saludable y gratificante para ambos.

Existen muchas preferencias que por su escasez de adeptos nos llaman más la atención e incluso muchas de las actitudes que algunas  personas consideran normales también pueden convertirse en una parafilia si son la única manera de conseguir el deseo.

Las parafilias, representan patrones de comportamiento sexual en el que la fuente principal del placer, no se encuentra en las relaciones sexuales o en llegar al coito, si no en otra cosa o actividad que lo acompaña.

¿Tienes curiosidad por conocer alguna de ellas? Aquí te las mostramos:

  • Retifismo: Atracción fetichista hacia los zapatos, más común en hombres que en mujeres.
  • Amomaxia: Solo se consigue la excitación realizando el acto en el interior de un vehículo.
  • Normofilia: Personas que solo llegan al orgasmo a través de lo que se considera una relación tradicional.
  • Latronudia:  Sienten deseo simplemente por el hecho de desnudarse delante de un médico.
  • Sexomnia: Personas que realizan actividades sexuales mientras duermen y no son conscientes de ello.
  • Autonepiofilia: Quienes la padecen tienen la necesidad de vestirse con ropas de bebe y tan solo el hecho de llevar un pañal les excita.
  • Formicofilia:  Obtienen placer sexual mediante el contacto directo de animales pequeños en zonas erógenas, pero sin contacto sexual a diferencia de la zoofilia.
  • Somnofilia:  Individuos que obtienen excitación solo con personas dormidas.
  • Ursusagalamatofilia: Les gusta realizar sexo con personas disfrazadas de animales.
  • Parcialismo: Interés sexual  por una parte especifica del cuerpo que excita más incluso que las habituales zonas erógenas.
  • Clismafilia: Consiste en obtener placer sexual introduciéndose líquidos en el ano.
  • Triolismo: Obtienen placer sexual observando a sus parejas teniendo relaciones sexuales con otras personas.
  • Clastomanía: Excitación al arrancar y romper la ropa interior de la pareja.
  • Electrofilia: Necesitan recibir pequeñas descargas eléctricas para conseguir la excitación.
  • Merintofilia: Solo llegan al orgasmo cuando están atados.
  • Pigofilia: Su única zona erógena son las nalgas.

Como ves existen cientos de nomenclaturas para todos y cada uno de los gustos o preferencias sexuales que existen hoy en día. Pero las personas que las posean solo tendrán un problema patológico si no consiguen la excitación de otro modo, si se convierte en una obsesión o si atraviesan la libertad de otro individuo para realizarlas.

Y recuerda, en tus relaciones sexuales no olvides nunca el preservativo. ¡Ponte ON!

Ocho tipos de pareja actuales

Hace años las relaciones de pareja tenían pocas complicaciones a la hora de definirse. Tan solo existían dos opciones: O eras pareja de alguien o era tan solo un rollo. Sin más.

Hoy en día el concepto de amor y de relaciones ha cambiado. En generaciones anterores, las mujeres, estaban sujetas a unas normas sociales y de comportamiento que quizás nada tenían que ver con sus deseos. Pero hoy en día, la mujer se ha convertido en un ser independiente, sin complejos y capaz de vivir su vida de la forma que desea, no la que le imponen.

Los hombres a su vez se han ido adaptando a estos cambios y esto ha llevado a que los tipos de relaciones de pareja cambien sustancialmente y exista una gran variedad de formas de relacionarse.

Además, las relaciones entre personas del mismo sexo se están aceptando abiertamente, ya no tienen que esconderse, aunque quede mucho terreno por ganar todavía.

Aquí os contamos 8 tipos de parejas que,  después de la convencional, coexisten hoy en día.

  • Follamigos: Son los que creen que juntar amistad y sexo es la mejor forma de relación. Tienen las ventajas sexuales de una pareja convencional pero sin las ataduras y compromisos que ello conlleva. Son personas libres, a las que no les gusta tener que rendir cuentas a nadie, pero no por ello renunciar a una pareja.
  • Asexuales: Aman intensamente, pero no necesitan sexo para ello.
  • Swingers: Son parejas que necesitan introducir cambios en sus relaciones sexuales para mantener el deseo y optan por el intercambio de parejas para conseguirlo. Para ellos se trata solo de añadir innovaciones sexuales, pues el amor lo reservan para su pareja.
  • Otakus: Son aquellos que renuncian a un amor real por una pareja virtual. Consideran que no están dispuestos a lidiar con los contratiempos de la convivencia para conseguir pareja y les basta con disfrutar de este tipo de experiencia
  • Relaciones híbridas: Son en las que uno de los miembros necesita más sexo que el otro y acuerdan que busque fuera de casa lo que necesita. No es un engaño puesto que ambos están de acuerdo, es cuestión tan solo de ajustarse a las necesidades sexuales de cada uno.
  • LAT: Parejas que no conviven en el mismo domicilio. Suelen ser separados de otras relaciones o solteros de largo plazo que no están dispuestos a adaptarse a otra persona ni a sus costumbres, ni a modificar su rutina diaria por acoplarse a la de otro.
  • Poliamorosos: Personas que consideran que el amor no es exclusivo de una persona. Piensan qué se puede amar a más de un individuo  a la vez, aunque existan rangos y siempre predomine una pareja sobre las otras.
  • Flexisexual: Parejas en la que uno de los dos se siente atraído por gente de su mismo sexo y el otro consiente en compartir sus gustos. Es una forma de adaptarse a la bisexualidad de la pareja, sin renunciar a sus preferencias.

Quizás, habrá quien piense, que este tipo de relaciones siempre han existido, pero hoy en día se puede hablar de ello abiertamente. El respeto a los gustos y preferencias de los demás es el objetivo. Siempre que ambos estén de acuerdo en cómo relacionarse, es positivo. Y tú, ¿estás entre ellos?

Disfruta tus relaciones y ¡Ponte ON!

Cinco trucos para que una mujer llegue al orgasmo

Es seguro que te ha ocurrido, que en las relaciones sexuales, ciertas herramientas que has utilizado con determinadas personas a las que les han encantado no han funcionado de la misma manera con otras.

A cada ser humano le gustan cosas diferentes, tiene sensibilidades diferentes e incluso las cosas que le agradan en un momento determinado, no tienen porque apetecerle en otro, según el estado anímico del momento.

Pero lo que sí es común, normalmente, a todas las parejas es querer conseguir que la otra persona llegue al clímax y disfrute al máximo de la relación sexual. Desgraciadamente, según los últimos estudios,  4 de cada 10 mujeres no alcanzan el orgasmo en sus relaciones. Entonces, ¿Cómo saber qué hacer en cada momento para que esto no ocurra?

No existen pautas especificas, puesto que como hemos explicado cada mujer es un universo distinto, pero sí unas reglas generales a cumplir para que el objetivo sea más fácilmente alcanzable.

  • Conversación: Es fundamental hablar previamente de los gustos personales. La experiencia con la pareja y las conversaciones abiertas sobre este tema, te ayudaran a conocer los gustos específicos de tu pareja.
  • Uso adecuado de la lengua: Los hombres disfrutan mucho del juego oral, pero a veces suelen ser agresivos. Fíjate en como lo hace ella y te dará las pautas sobre sus gustos. Normalmente será un inicio tranquilo, de roce, sensual, para ir aumentando el ritmo sin prisa conforme crece su excitación.
  • Déjala decidir: Dado que la consecución del orgasmo femenino es, por regla general, más elaborado que el masculino, debes dejarla a ella tomar las decisiones sobre lo que quiere, cuando lo quiere y como lo quiere en cada momento. Ese poder hará que aumente su libido.
  • Tómate tiempo. Las mujeres dan preferencia al proceso, al camino, a explorar y experimentar. Si ven que aceleras el ritmo bajará su excitación. Deben pensar en todo momento que la relación lleva su ritmo, el que ellas necesitan. No hay prisa, disfruta con ellas.
  • Ayúdate: Si en algún momento crees que no puedes llevar su ritmo, ayúdate con juguetes sexuales, pero siempre antes de conseguir tu clímax. Necesitan tu excitación para conseguirlo y si ven que ya has alcanzado el orgasmo, la suya se frenará. Ten calma, todo llega.

Como ves, las pautas generales se basan en acoplar el ritmo de tus necesidades a las de ellas. Y dado que es más fácil que los hombres ajusten el suyo al femenino, no lo dudes, esperar y disfrutar de la espera junto a ellas te hará conseguir el éxito. Eso sí, no se trata de llegar al orgasmo simultaneo, no te equivoques, sino conseguir disfrutar de la deliciosa complejidad del suyo antes que el tuyo.

Así que disfruta, espera, diviértete y sobre todo ponte ON!

 

Año Nuevo, sexo renovado

Comenzamos un año lleno de propósitos. ¿Quién no lo hace? Todos pensamos en positivo, en todo aquello que queremos conseguir el año que entra. Objetivos personales, profesionales, materiales,….

Y entre todas las cosas a mejorar, por qué no proponerse renovar el deseo en la pareja? La rutina es la peor enemiga de las relaciones sexuales. Pero con un poco de esfuerzo conseguirás que tus relaciones se mantengan como el primer día. ¿Quieres intentarlo? Te daremos unos consejos para conseguirlo:

  • Busca un tiempo para la pareja cada día. Disponer de un momento de intimidad para disfrutar uno del otro, lo cual no quiere decir que obligatoriamente tenga que haber sexo. El “ahora toca” no favorece las relaciones. Si surge, perfecto, sino, disfruta de un abrazo, una siesta compartida, un masaje relajante, cualquier cosa en la que el contacto y las emociones primen sobre el resto.
  • Prepara el momento: Utiliza todos tus sentidos para hacer que ese espacio personal alimente el alma. Un buen aperitivo, una fragancia nueva, una decoración distinta, hará que parezca cada día un momento diferente.
  • La importancia de la piel. Acaricia sin descanso, toca, roza, Mantén durante el día el contacto con su piel todo lo que puedas. Tiene una explicación hormonal, las caricias favorecen la liberación de oxitocina, que está íntimamente relacionada con los vínculos afectivos.
  • Explora lo desconocido. Prueba cosas nuevas. Habla con tu pareja de sexo, no te limites a practicarlo. De esta manera conocerás deseos ocultos y novedosos. Todo aquello que le gusta, que sensaciones le produce y lo que debes evitar. Y practica después, ensayo, acierto y error, es lo que nos hace aprender y mejorar.
  • Cuídate. Por ti mismo y porque la seguridad que te proporciona hará que te sientas mas deseado y por tanto, más motivado sexualmente. Un buen aspecto físico nos beneficia tanto a nosotros mismos como a nuestra pareja.
  • Miraos a los ojos. Durante el acto sexual tiene efectos sorprendentes. Disfrutar al observar el placer de la pareja, tiene un efecto erotizante que aumentara tu deseo. Os hará olvidaros de todo y solo os centraréis en el momento.
  • Juega: No te tomes el sexo como algo serio. Disfruta de accesorios, de juegos sexuales, de prácticas novedosas. El objetivo recuerda, no debe ser el orgasmo sino divertirse en el proceso.
  • Aprovecha el momento: No os marquéis plazos. Hazlo en el momento oportuno, con el deseo al máximo. Es preferible no hacerlo a obligarse porque “toca”. Hazlo en el lugar que surja, y cuando ambos estéis preparados. Busca, seduce y consigue que cualquier instante sea el adecuado.

Lo que está claro es que ni en el sexo ni en la vida se consiguen las cosas sin esfuerzo. Lo bueno no suele llegar caído del cielo y por tanto no basta con proponerlo, hay que trabajar para conseguirlo.  No cuentes los días, haz que tus días cuenten. Porque como dijo alguien una vez “algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasará, y otras hacen que suceda”.  ¿Quién quieres ser tú?

Busca tu objetivo!  Ponte ON!

¿Sabes dónde está el Punto G?

La ciencia lleva años investigando sobre el Punto G. Su origen se encuentra en el ginecólogo alemán Gräfemberg, de ahí el nombre, que en los años 50,  fue el primer experto en profundizar sobre el tema. Desde entonces se ha hablado mucho sobre su existencia y el interés por descubrirlo hace que sea la pregunta más realizada en Google en los últimos tiempos relacionada con  temas sexuales.

Que existe, no cabe duda, pero los estudios principales se centran en descubrir si se trata de una estructura anatómica real o tan solo es una zona de la vagina con una sensibilidad distinta al resto. Se ha descubierto que independientemente de lo que se trate, estimularlo produce orgasmos intensos y de distintas características a los convencionales.

De ahí que exista,  tanto por los hombres, para proporcionar mayor placer a sus parejas, como por  las mujeres, para sentirlos, una tremenda curiosidad e interés en descubrir donde se encuentra y como estimularlo.

Los estudios demuestran que su existencia es real, pero que no todas las mujeres lo poseen, tan solo un 60% de ellas son afortunadas. La característica principal de los orgasmos producidos por su estimulación se centran en la eyaculación femenina. Muchas de las mujeres investigadas lo describen como “una sensación de hacer pipi” en el momento del clímax.

Pero vamos a lo importante, ¿dónde se encuentra? Aqui es donde los estudios divergen. Los más numerosos lo sitúan en la pared frontal de la vagina, a  unos 5 u 8 centímetros de su entrada. Pero esta posición puede variar entre una mujer y otra. Así que según los expertos, la mejor forma de localizarlo es la exploración. Consiste en introducir el dedo en la vagina e intentar localizar una zona en la pared frontal, entre la entrada y el cuello del útero, que sea más rugosa que el resto colocando el dedo hacia arriba. El momento en el que será más fácil localizarlo son los de excitación o tras el orgasmo.

Una vez localizado se puede estimular tanto  manualmente como buscando posiciones que hagan que la curvatura natural del pene impacte directamente en esa zona.

Pero lo más importante de esto es no obsesionarse. Descubrirlo puede ser divertido pero la obsesión no es un buen aliado de las relaciones sexuales. Relajarse y disfrutar del momento es lo más adecuado. Disfrutar de lo que surja, no todos los momentos son iguales, pero si en todos se puede encontrar la diversión y el placer.

Así que ya sabes, investigar para mejorar, sí, olvidarnos del resto, nunca.

¡Diviértete! ¡Ponte ON!

 

Ocho motivos por los que puede producirse dolor en las relaciones sexuales

El dolor durante las relaciones es un tema bastante más frecuente de lo que pensamos. Según un estudio de una asociación de ginecólogos y obstetras de Estados Unidos, 3 de cada 4 mujeres lo han sufrido alguna vez.

El dolor puede presentarse de forma puntual y esporádica o tratarse de una patología más permanente. Es realmente esta última la que perjudica las relaciones de pareja. En algunos casos la mujer no lo comunica al hombre por no defraudarlo y se convierte en un lastre.

En cualquier caso lo mejor es hablar de los problemas abiertamente y entre ambos intentar encontrar una solución, que dependerá del origen que lo causa. Y sobre todo acudir a un especialista que encontrara la mejor opción para recuperar nuestra salud sexual.

Pero para que te vayas orientando,  te contamos cuales son los principales problemas que os podéis encontrar:

Sequedad vaginal: Normalmente se produce en etapas maduras en la mujer por desequilibrios hormonales, aunque puede ocurrir también en edades más tempranas. Este problema tiene fácil solución, pues existen en la farmacia gran cantidad de geles lubricantes que facilitan las relaciones.

Problemas en la piel: La delicada piel de la vulva altera muy fácilmente su pH cuando entra en contacto frecuente con geles irritantes. Es una zona muy sensible y deberías utilizar cremas para regularlo y jabones con un pH adecuado. Las pequeñas heridas que se producen durante las relaciones, también pueden causar molestias, pero en todo caso estas serán pasajeras. Si continúan en el tiempo deberás consultar a un especialista.

Vaginitis: Se trata de una inflamación por infección producida por hongos o bacterias que produce molestias no solo durante el coito, sino que genera mucho flujo y ardor vaginal. Requiere tratamiento farmacológico.

Vaginismo: Es una de las mas numerosas causas del dolor  y consiste en la contracción involuntaria de los músculos vaginales, lo que dificulta la penetración. Requiere tratamiento ginecológico.

Alergia al látex: Se producen picores, incluso eccemas, tras el contacto con este material. Es de fácil solución pues existen productos hipoalergénicos de gran calidad que sustituyen a los convencionales. Nuestro producto especial HYDRO’S sería el indicado en estos casos.

Problemas psicológicos: En ocasiones las tensiones de la vida diaria o la situación anímica desfavorable impide la relajación necesaria para mantener relaciones. Esta tensión se transmite a los músculos vaginales produciendo tensión y con ella dolor. El tratamiento psicológico ayudado por geles lubricantes podría ser la solución.

Uso de ciertos medicamentos: Existen medicamentos para la mujer que producen una bajada de la libido, así como otros que alteran la flora vaginal produciendo sequedad. Una consulta con tu medico te ayudara a descubrirlos y te dará opciones para contrarrestarlos.

El tamaño y la forma: En muchos casos la relación entre el pene y la vagina es tan dispar que produce molestias o en los casos más graves dolor intenso. Es quizás el trastorno con más difícil solución, pero la consulta con un sexólogo podrá orientaros sobre técnicas para disfrutar del sexo acordes con vuestra fisiología.

Existen más factores que pueden producir dolor, pero estos son los más comunes. Y como ves, la intervención de un especialista es en muchos casos imprescindible. Así que no lo dejes pasar. No pierdas tiempo, ponte a ello y ¡Ponte ON!

 

 

Tener sexo habitual aumenta la inteligencia

Según los últimos estudios se ha demostrado que tener sexo con frecuencia mejora notablemente nuestro nivel cognitivo cuando llegamos a la madurez. El sexo no es solo positivo por los aspectos físicos beneficiosos que conlleva sino que a nivel psíquico y cognitivo es fuertemente estimulante.

Así mismo, el estudio demuestra que la fluidez verbal también se ve aumentada entre los que practican relaciones de forma habitual.

De este modo, aunque el sexo en la madurez es un tema socialmente ignorado, los beneficios que genera su práctica a partir de los 50 son extremadamente interesantes y beneficiosos como para no tenerlos en cuenta.

Según estos estudios la base científica se sustenta en que la actividad sexual aumenta el nivel de dopamina, hormona vinculada a las funciones cognitivas,  y estimula el crecimiento de neuronas en el hipocampo, que es la parte del cerebro encargada de la memoria, y a su vez protege a las existentes de su envejecimiento natural-. Todo ello mantiene el cerebro más sano y joven durante más tiempo.

Y no solo a nivel cognitivo sino también todo lo relativo a la salud física y psicológica en general. Mejora el estado de ánimo, evita el estrés  y la ansiedad.

El estrés es un importante factor de desconcentración,  causa tensión y no nos permite realizar nuestras tareas de un modo adecuado. El sexo se encarga de neutralizar las corticosteronas, hormonas causantes del estrés y tremendamente negativas para la memoria.

De todos es sabido que los juegos mentales, tipo sudokus, son muy recomendados para mantener ágil nuestra consciencia pero la práctica de estos juegos ejercita la mente y aumenta su actividad tan solo en determinadas regiones cerebrales, mientras que un orgasmo activa todo el conjunto cerebral.

Estos estudios analizan también aspectos menos evidentes. Según una universidad americana, el sexo casual, da un mejor rendimiento al flujo cerebral, mejorando el pensamiento crítico, en cambio cuando el sexo es continuo y con pareja estable, aumenta el pensamiento creativo.

El sexo frecuente es tremendamente beneficioso para la neurogénesis. Hasta ahora se creía que solo se creaban células cerebrales en las primeras etapas del desarrollo cognitivo. Y se ha demostrado que no es así. Incluso se ha demostrado que aun con un número elevado de neuronas, los individuos que mantienen periodos continuados de abstinencia sexual, podrían perder las capacidades cognitivas que antes hubieran podido tener.

Cuanto más sexo tengamos, la sociabilidad se ve aumentada debido a que la oxitocina se encarga de darnos este “chute” de buen humor y sonrisas.

No lleves entonces la contraria a la ciencia y trabaja por cultivar tu memoria. Además es divertido. Pero ya sabes, siempre seguro. ¡Ponte ON!

¿Sabes en qué consiste el Cuckolding?

La infidelidad ha sido desde el principio de los tiempos el motivo principal que provoca que las relaciones se rompan.  La pérdida de confianza con la pareja es una de las trabas más difíciles de superar. Sentirse engañado por la persona que quieres es una de las peores experiencias que puede sufrir una pareja estable y tradicional.

Pero existen individuos que transforman esta experiencia y la convierten en un fetiche sexual. El cuckolding consiste en que se permiten las relaciones externas a la pareja siempre y cuando se cuenten los detalles de la misma e incluso se pueda observar. Para muchas personas esto puede resultar impensable, pero para otras la narración de los hechos sexuales de su pareja con otro individuo puede resultarles sumamente excitante.

Según los practicantes de esta técnica no existe engaño puesto que está plenamente consentido.

Según Google la búsqueda de información sobre este fetiche se ha doblado en los últimos años y actualmente se encuentra en segundo lugar entre los términos sexuales más buscados por Internet.

Tras este creciente interés, los expertos opinan sobre el motivo de por qué esta técnica puede llegar gustar a un determinado tipo de hombres:

  • Para algunos es considerado como una variante del masoquismo. Sentirse humillado por parte de la pareja es importante para los defensores de esta variante. Pero el hecho de que a los practicantes de esta modalidad no les atraigan otras formas de sadomasoquismo hace que se descarte un tanto esta opción.
  • Según otros artículos se opina que no sería una forma de ser dominado sino más bien de dominar puesto que es el hombre el que decide cuándo y en qué condiciones le engañan.
  • Se puede creer en otros casos que se trata de una forma de escapismo, o lo que es lo mismo, sus defensores lo utilizan inconscientemente para eludir sus propias responsabilidades sexuales en otro hombre.
  • También hay quien opina que el hecho de convertir a la mujer en un objeto hipersexual, tremendamente deseado por otro hombre, mientras que uno piensa que sigue siendo su “propietario”, hace que haya personas que lo sientan como un símbolo de estatus.
  • Enmascarar la bisexualidad es otra de las posibles explicaciones. Hacer creer que es la mujer la que produce la excitación y aprovechar esta mascara para observar a un hombre sin tapujos realizando el acto sexual, podría ser otro de los motivos de su práctica.

Sea la explicación que sea, está claro que quienes lo practican de una manera libre y consciente disfrutan plenamente de este fetiche. En la libertad y necesidades de cada ser humano está en llevarlo a la práctica o por el contrario, calificarlo como un acto imposible.

Y  sobre todo, decidas lo que decidas, ¡Ponte ON!

¿Cuál es la frecuencia sexual ideal?

Para un número importante de parejas, conforme pasan los años disminuye significativamente el ritmo sexual pero a su vez las relaciones son cada vez más satisfactorias. Cada uno se conoce más y sabe perfectamente cómo cubrir las necesidades de su pareja. Pero en algunos casos la creencia de que a mayor numero de relaciones mejor relación de pareja, les hace plantearse si esta disminución de frecuencia es normal o por el contrario algo está fallando.

La pregunta más recurrente en las consultas de sexología es conocer cuál es la frecuencia ideal para que una pareja se mantenga. Según los sexólogos esta pregunta no tiene respuesta. Mientras que existen parejas que poseen una frecuencia importante y tienen una relación de pareja poco satisfactoria también las hay que con una baja cantidad de relaciones sexuales poseen una relación muy gratificante.

Todo depende de cada individuo aunque está claro que a medida que las relaciones de pareja se vuelven duraderas, disminuye la libido debido a la rutina y por tanto la frecuencia disminuye lo que suele llevar a uno de los miembros a cuestionar este hecho.

Pero también debes tener en cuenta la Ley de Fisher que dice que si una persona disminuye la frecuencia a la que está acostumbrada, sea la que sea, aumentara su deseo sexual e intentara satisfacerlo. Si por un periodo prolongado no puede satisfacerlo, entonces disminuirá su deseo. Mientras que si alguien aumenta la frecuencia habitual, sentirá saciedad y tras un periodo prolongado de este aumento el deseo se normalizara y querrá mas.

Según esta ley entonces sacamos de conclusión que la frecuencia ideal viene marcada por la costumbre. Pero factores importantes a tener en cuenta son la edad, la duración de la pareja y las circunstancias externas que puedan influir anímicamente en cada individuo. Por tanto no debemos preocuparnos por si lo hacemos el número correcto de veces sino si la frecuencia que mantenemos nos satisface a ambos, si creemos que aumentando o disminuyendo va a afectar positiva o negativamente a nuestra relación. Porque mientras nuestra relación personal sea positiva y enriquecedora, el número de veces que lo hagas, no tiene importancia.

Lo que está claro es que la expresión sexual fluida y aceptada como es, une a las parejas mientras que la presión y la evitación sexual, las distancia.  Siempre que ambos estéis de acuerdo tienes que pensar que el sexo no es una carrera, ni una competición. Que está demostrado que no por aumentar la frecuencia mejoran las relaciones personales y que si ambos estáis de acuerdo, la frecuencia será la perfecta tanto si lo haces una vez al mes como si lo haces cinco veces por semana.

Pero eso sí, siempre, ¡Ponte ON!

Consejos para avivar el deseo sexual

En las relaciones esporádicas el deseo hacia la novedad nos hace enfrentarnos a ellas de una manera muy positiva. Lo único negativo de estos casos es que la falta de conocimiento el uno del otro puede hacer que la relación no resulte tan satisfactoria como previamente pensamos.

Sin embargo en las relaciones estables, el conocimiento de los gustos entre la pareja hace que sea más fácil conseguir el objetivo deseado. Pero el problema es que la rutina hace que el deseo disminuya y perjudique seriamente la relación.

Para que esto no ocurra, te proponemos una serie de consejos y te invitamos a trabajar para que tu deseo sexual se avive.  Piensa que en cualquier relación de pareja, las relaciones íntimas, independientemente del grado de importancia que cada individuo les dé, son de vital importancia para que la pareja funcione. Porque aumentando el deseo y sumando los conocimientos que tienes de tu pareja, harás que los encuentros sean altamente gratificantes. Así que no pierdas tiempo y ponte a trabajar en ello,

  • No pongas horarios: El sexo no tiene que ser programado, sorprende a tu pareja a cualquier hora del día.
  • Usar roles: Inventar historias donde sois personas diferentes que tienen un encuentro casual.
  • Cambia de ubicación: No siempre el sexo tiene que realizarse en la cama. Prueba a hacerlo en diferentes lugares, incluso si tienes ocasión fuera de los espacios establecidos.
  • Caricias: Acaríciense sin ningún objetivo. No siempre el fin tiene que ser llegar al clímax. Acariciarse en zonas erógenas con el único objetivo de sentir placer hace avivar el deseo en nuestra pareja.
  • Dale protagonismo: Dedica una ocasión a proporcionar placer únicamente a tu pareja olvidándote de ti. Y alternad otro día en este objetivo. Esto hace que conozcamos mejor a nuestra pareja y el placer obtenido cuando no tenemos que pensar en el otro es mucho más placentero.
  • Aspecto personal: Cuida la imagen interior y el aspecto físico. Una buena lencería, un perfume, hacen que veamos a nuestra pareja con otros ojos. No te descuides.
  • Varía la intensidad: No siempre tiene que ser extremadamente intenso ni largo en el tiempo. En ocasiones uno “rápido” olvidándose de preliminares puede ser altamente gratificante.
  • Regálale el oído: Excita a tu pareja fuera de casa anunciándole lo que quieres hacerle cuando llegues.
  • Fomenta su autoestima: Alaba a tu pareja en el aspecto físico. Dile frecuentemente lo guap@ que esta, lo bien que le sientan las cosas, etc. Si aumentas su autoestima hará que el deseo hacia ti sea mayor.

Estas son unas pautas, pero la clave es salirse de la rutina, hacer que las relaciones sexuales no se centren siempre en lo mismo ni con el mismo objetivo y hacer que tu pareja se sienta deseada. Cumpliendo estas premisas y utilizando la imaginación, cada uno puede hacer e inventar según sus gustos personales todo aquello que le ayude. A qué esperas? ¡Ponte ON!