El sexting o “conversaciones picantes” mediante el envío de mensajes de texto provocativos o imágenes subiditas de tono, en teoría, con tu pareja, es una moda que se ha extendido entre los jóvenes y que está ganando adeptos también entre los adultos.

Esta práctica puede ser un juego muy divertido entre parejas que ya tienen una relación estable y puede tener un impacto positivo en su vida sexual, pero también puede conllevar muchos riesgos, sobre todo para los más jóvenes, si no se practica de la forma adecuada.  Por este motivo, si quieres tener una conversación subida de tono con tu pareja, ¡sigue nuestros consejos!

1. Tantead el terreno: la línea entre lo sexy y lo soez es muy delgada, por eso, a no ser que os guste más la segunda opción, nunca paséis de las insinuaciones y las frases sexys. Recuerda que la magia del sexting está en el suspense, en la picardía, en decir las cosas sin decirlas…

2. Siempre con una persona de total confianza: piensa que esas conversaciones (incluso las imágenes) pueden guardarse y jugarte una mala pasada en el futuro. Si quieres mantener conversaciones picantes, ¡nada de desconocidos!

3. Nunca después de una primera cita: no solo porque la situación puede ser muy incómoda, sino porque todavía no conoces a esa persona y, como decíamos, esas conversaciones pueden quedar guardadas en su móvil…

4. Tampoco si has bebido: si sales una noche y te tomas unas cuantas copas… ¡mantén el móvil alejado! Si no, es posible que a la mañana siguiente te arrepientas…

5. Fotos eróticas, ¿sí o no?: nuestro consejo es que nunca enviéis fotos desnudos a otra persona, ya que nunca, nunca, nunca se sabe dónde pueden acabar (imagina una ruptura dolorosa…). Y, sobre todo, nunca lo hagas solo porque la otra persona no pare de pedírtelo. Una imagen sugerente puede ser francamente sexy…

6. Déjate llevar y pásatelo bien: y, por último, si lo haces con tu pareja, con esa persona de total confianza… ¡Imaginación al poder! Lo mejor que puede tener una pareja es complicidad y capacidad de divertirse juntos.

En resumen, el sexting, como tantas otras cosas, tiene que tener la finalidad de que los dos disfrutéis y que vuestra relación se fortalezca, pero no te olvides de los riesgos de internet.