Un cuerpazo en verano. ¿Quién lo quiere?

Llegadas estas fechas, ¿quién no se ha propuesto alguna vez adelgazar unos kilos? El calor nos hace mostrar más nuestro cuerpo y es mucho más difícil disimular todo aquello que no nos gusta. Es entonces cuando nos proponemos mejorar nuestro aspecto.

El problema surge cuando el planteamiento se produce en fechas cercanas y casi no hay tiempo para perder todo aquello que nos sobra. Se recurre entonces a las dietas “milagro”, aquellas que nos hacer bajar de peso rápidamente.  Pero que no te engañen, no sirven para mucho. Lo ideal es recurrir a una dieta sana, sumada a algo de ejercicio, con antelación suficiente para tomarlo con calma. Son mucho más efectivas, se pueden perder más kilos y lo más importante, no tienen efecto “rebote”.

Pero tanto si eres de los que lo dejan todo para el último momento, como de los que llevan tiempo con una dieta saludable, existen una serie de consejos generales que te pueden servir de ayuda para lograr tu objetivo, tanto si es perder peso, como mantenerlo.

  • Ejercicio: Es uno de los requisitos fundamentales. Pero no tiene porque ser el prepararnos para una maratón. Caminar es fácil y está al alcance de todos y tan solo con media hora al día es suficiente. El deporte hace que aumenten nuestras tasas metabólicas y nos permite ingerir más calorías sin sobrepeso que si mantenemos una vida sedentaria.
  • Dormir: Dormir lo suficiente ayuda a acelerar nuestro metabolismo y a su vez hace que tengamos menos sensación de hambre. Las personas que duermen poco suelen ingerir más alimentos no saludables que las que lo hacen correctamente.
  • Comer sano: No se trata de contar calorías. Las personas que lo hacen suelen llegar a un punto en el que la ansiedad por comer les hace abandonar fácilmente. Lo fundamental es ingerir alimentos  pero restringiendo las grasas, azucares y alimentos procesados. Sustituyendo esto por fruta y verdura no dudes que conseguirás tu objetivo.
  • No te saltes comidas: Es un error pensar que dejar de hacer una comida son menos calorías que ingieres. Lo que se produce es un engaño a tu organismo, no quema calorías, subirá tu azúcar en sangre y te hará necesitar más carbohidratos con lo cual conseguirás el efecto contrario al que buscas.
  • Comida casera: Intenta suprimir todos los alimentos no elaborados por ti. Cualquier comida que compres será siempre mucho más calórica que si la realizas tu mismo. Por ejemplo, en una salsa de tomate los ingredientes son poco calóricos y tan solo reduciendo el nivel de aceite conseguirás una salsa sabrosa y con muy pocas calorías. Al contrario que una ya elaborada cuyo aporte calórico es muy elevado.
  • Bebe mucha agua: Se ha demostrado que la ingesta durante las dietas refuerza sus efectos. Beber cantidad antes de cada comida además, hará que tu sensación de hambre disminuya y necesites menos aporte.

Como ves, no son acciones difíciles de conseguir. Se trata tan solo de cambiar nuestros hábitos. Veras que con el tiempo, dejará de costarte esfuerzo y te sentirás mejor. Tu cuerpo funcionara por fin como debe.

No te obsesiones con los kilos, sino con mantener hábitos saludables que harán que tu cuerpo consiga el aspecto adecuado.

Quiérete mucho, mantén una vida sana y…. ¡ponte preservativo! ¡Ponte ON!

 

¡Necesito vacaciones! Pero, ¿sabes por qué?

Todo el mundo necesita parar de vez en cuando. En una cultura obsesionada por la productividad, hemos de ser conscientes que el alto rendimiento en nuestro trabajo y en nuestra vida personal solo llegarán tras un merecido descanso. No se trata de viajar por todo lo alto ni de gastar lo que no tenemos, tan solo consiste en desconectar.

Se trata no solo de nuestro derecho como trabajadores sino de nuestro deber con nosotros mismos para conseguir el bienestar físico y mental necesario para afrontar el día a día.

Tenemos entonces que aprender a “vacacionar” y no es otra cosa que entregarse por completo al periodo vacacional. Para ello solo tenemos que centrarnos en tres objetivos:

  • Olvidarnos totalmente del trabajo: En ocasiones cometemos el error de creernos imprescindibles. Esto nos lleva a no poder desconectar totalmente de los quehaceres diarios. Pero he de decirte algo, aunque te duela,  NO ERES IMPRESCINDIBLE. Por tanto si realmente quieres aprovechar las vacaciones y que sirvan para algo debes hacer el esfuerzo de olvidarte de todo aquello que no sea disfrutar.
  • Mantener la mente relajada: Intenta no prestar atención al móvil, a las noticias, a la televisión… Es necesario crear para esos días un mundo sin problemas, porque para volver a la realidad siempre hay tiempo. De este modo te será más fácil disfrutar.
  • Explorar cosas nuevas: Siempre que nos sea posible deberíamos alejarnos de nuestro entorno habitual. Esto nos permite poner distancia entre nuestro descanso y las obligaciones diarias y nos hará ver las cosas desde otra perspectiva. Sumergirse a su vez en culturas nuevas nos proporcionara una visión de las cosas diferente a la nuestra. Aprende de lo que veas con la mente abierta y sin juicios.

Tras tener claro estos objetivos y adaptarse a ellos, conseguirás una serie de beneficios que bien merecen la pena el “esfuerzo”. Las vacaciones te van a producir los siguientes efectos:

  • Aumento de la creatividad: Permiten a nuestro cerebro desconectar y por lo tanto le proporcionan la posibilidad de divagar. Y es en estas ocasiones donde se producen conexiones que de otro modo no llegarían nunca a realizarse.
  • Tomamos mejores decisiones: Nuestro cerebro trabaja mejor en modo relajado, sobre todo la atención y la memoria, se activa nuestra red neuronal y nos ayuda a decidir mejor.
  • Alivia el estrés: No existe mejor antídoto para disminuir los niveles de ansiedad y de la forma más natural. El descanso permite reparar los daños cerebrales y ayuda a regenerarse. Existen estudios que indican que las personas que no se toman un descanso poseen tres veces más posibilidades de sufrir ansiedad o depresión que la gente que si lo hace.

Si tu caso es que no dispones de posibilidades de hacer un viaje, al menos intenta desconectar, aprovecha tus horas libres o días sueltos para pasear, quedar con amigos, ir al cine, o cualquier actividad que te aleje de la rutina. No hay excusas, es cuestión de salud mental.

Tan solo decídete y ¡hazlo!  ¡Lo necesitas!

Cómo elegir las vacaciones ideales según tu carácter.

Cada vez te queda menos. Se acerca el tiempo de vacaciones y surge la duda de siempre: ¿Dónde ir?

Todos los años planeamos las vacaciones pensando en lugares donde divertirnos, descansar y disfrutar pero no siempre acertamos. En ocasiones nos dejamos guiar por la popularidad, por el precio, por lo que nos cuentan, pero cada uno de nosotros tenemos una personalidad diferente y por tanto nuestro destino de vacaciones debería ajustarse a nuestros gustos y carácter.

No es lo mismo lo que divierte a distintas personas, ni lo que motiva, ni lo que interesa, entonces, ¿por qué no buscar basándonos exclusivamente en nuestro carácter?

Te proponemos una serie de ideas adaptadas a distintas personalidades según sus intereses según un estudio basado en el Myers-Briggs Type indicator, una de las pruebas de psicología más conocidas del mundo:

  • El introvertido: Son personalidades que aman la tranquilidad. Los lugares donde descansar y renovar su mente lejos del bullicio de las grandes aglomeraciones. Busca parajes tranquilos, islas poco concurridas y lugares con una naturaleza exuberante. Ejemplo: Guilin-China.
  • El extrovertido: Suelen adaptarse a cualquier ubicación. Necesitan actividad y bullicio. Su destino ideal sería cualquiera que le proporcione nuevas experiencias, y a ser posible acompañado de amigos. Ejemplo: Tokio-Japón.
  • El organizado: Necesitan viajes muy preparados, donde no se dejan los detalles al azar. Son menos aventureros y a cambio les gusta más disfrutar de las pequeñas cosas.  Ejemplo: Italia.
  • El flexible: Buscan localidades donde experimentar e improvisar. Los viajes poco preparados donde no sabes qué experiencias te van a sorprender. Compra un billete, coge una mochila y disfruta del viaje de la manera que surja. Ejemplo: Nepal.
  • El curioso: Son amantes de las sorpresas, les encanta explorar y salirse de lo convencional. los viajes donde la ubicación cambia día a día son ideales para ellos Ejemplo: Ruta 69-EEUU.
  • El creativo: Les encanta el arte, la música y la literatura. Necesitan vacaciones donde impregnar su cerebro  de nuevas experiencias. Buscan lugares donde la cultura sea un valor superior. Ejemplo: París-Francia.
  • El arriesgado: Les gusta la adrenalina, las experiencias extremas. Necesitan actividad donde otros no se atreverían. Deben buscar destinos donde puedan realizar todo tipo de actividades de aventura. Ejemplo: Nueva Zelanda.
  • El apasionado: Son personas cuyo entusiasmo hacia una experiencia nueva es insuperable. Les gusta aprovechar cada segundo del viaje y no perderán cada mínimo detalle. Deben encontrar lugares donde sorprenderse a cada paso. Ejemplo: La India.

Existen miles de destinos donde pasar las vacaciones y entre todos ellos debemos elegir el que más se adapte a nosotros. Las vacaciones deben convertirse en algo medicinal para cada uno donde alimentar aquello que nuestro cuerpo y nuestra mente necesita. Solo de esta forma conseguiremos que sirvan para su objetivo básico, que no es otro que el de recargar energía para el día a día.

No las desperdicies, ¡Ponte a buscar y, Ponte ON! 😉