Guía exprés para la primera vez: condones, consent y cero nervios

La primera vez no tiene por qué ser una montaña rusa de nervios. Tampoco tiene que ser de película. Tiene que ser tuya, y sobre todo, segura y consensuada. Si estás a punto de tener tu primera experiencia sexual (o simplemente quieres sentirte más preparado/a), esta guía rápida es para ti.


1. El consentimiento no se negocia

El consentimiento no es solo un “sí”, es un sí claro, libre, informado y entusiasta. Debe estar presente antes, durante y después. Si algo no te apetece, puedes parar. Si la otra persona duda, se frena o cambia de idea, también. El consentimiento se puede retirar en cualquier momento y eso no está mal, está bien.


2. El preservativo, siempre

No es solo por embarazo. El preservativo protege también de infecciones de transmisión sexual (ITS). Usarlo desde el principio es clave, incluso en el sexo oral. Llevar uno encima no es raro ni exagerado, es ser responsable. Además, hay tantas opciones hoy en día (finos, con sabores, con texturas…) que puedes elegir el que más se adapte a ti y al momento.


3. Prepararse ayuda (y mucho)

No necesitas un máster en sexo, pero sí es buena idea informarte un poco antes. Cómo se pone un condón, qué pasa si se rompe, qué es normal sentir… Cuanto más sabes, menos nervios hay. Incluso puedes practicar con un preservativo tú solo/a para perder el miedo al momento de ponérselo.


4. No hay presión por hacerlo “bien”

Spoiler: nadie nace sabiendo. El sexo no es un examen. No hay una postura perfecta ni una duración ideal. A veces no todo sale como se espera y está bien. Lo importante es que haya conexión, respeto y que ambas personas estén cómodas.


5. Tu cuerpo, tus tiempos

Cada persona es un mundo. Puede que estés preparado/a ahora, o dentro de un mes, o dentro de un año. No te compares con nadie. La primera vez no tiene por qué ser “la definitiva”: puede ser una primera exploración, un juego sin llegar a todo, o simplemente un momento íntimo sin etiquetas.


En resumen

La primera vez no tiene que ser perfecta, pero sí debe ser segura, consensuada y respetuosa. Escucha tu cuerpo, habla con tu pareja y no tengas miedo de informarte. El sexo con cuidado y respeto se disfruta más.

Comparte en tus RRSS