Mitos sobre los preservativos que necesitas olvidar ya
Los preservativos existen desde hace siglos, pero todavía hay mucha gente que sigue creyendo cosas que no son verdad. Que si “se nota mucho”, que si “solo es para no quedarse embarazada”, que si “quitan sensibilidad”… ¡Basta ya!
Si quieres disfrutar del sexo con seguridad y sin creencias erróneas, esta guía es para ti. Vamos a desmontar los mitos más comunes de una vez por todas.
1. “Se nota un montón y quita todo el placer”
Este es uno de los mitos más repetidos. Y también uno de los más falsos. Hoy en día existen preservativos ultrafinos, con texturas, lubricantes especiales e incluso diseñados para aumentar el placer.
¿Se nota? Sí, como se nota cualquier cosa nueva al principio. Pero cuando estás disfrutando de verdad, lo último en lo que piensas es en el látex. Y si usas uno que se adapte bien, ni lo notas.
2. “No hace falta si no hay eyaculación”
Error. Grave error. Las ITS se pueden transmitir con el simple contacto, incluso sin penetración. Y aunque no haya eyaculación, el líquido preseminal puede contener espermatozoides y virus.
Usar condón desde el principio no es exagerado, es inteligente. No hay forma segura de adivinar “cuándo” usarlo. La respuesta es: siempre.
3. “Solo lo usan los que tienen muchas parejas”
Usar preservativo no tiene nada que ver con cuántas parejas tengas, sino con cuidar tu salud (y la de la otra persona). Puedes estar en una relación seria y seguir usando preservativo, especialmente si no se han hecho pruebas médicas o si es una decisión conjunta.
Cuidarte no es una señal de desconfianza. Es una señal de respeto.
4. “Es que me aprieta / me viene grande”
Hay diferentes tallas, grosores y formas. Como con la ropa, no todo le queda bien a todo el mundo. Si un preservativo te resulta incómodo, prueba con otra marca o medida.
Encontrar el que se ajusta bien puede cambiar totalmente la experiencia. Y sí, existen guías de tallas (como en los zapatos).
5. “Se rompen con facilidad”
Solo si los usas mal. Un preservativo en buen estado, bien colocado y con el tipo de lubricante adecuado es muy resistente.
Los errores más comunes que provocan roturas son: abrir el paquete mal, no dejar espacio en la punta, usar aceites o cremas incompatibles, o no colocarlo bien. Si haces las cosas con calma y cuidado, no tienes por qué preocuparte.
6. “Cortan el rollo”
Depende de cómo lo vivas. Si lo ves como una obligación aburrida, probablemente sí. Pero si lo integras en el juego, si lo eliges juntos o incluso si lo usas como parte del coqueteo, el preservativo puede ser parte de la excitación.
Además, cuando sabes que estás protegidx, te relajas. Y cuando te relajas… disfrutas más.
En resumen
Usar preservativo no es solo una medida de protección, es una forma de quererte y de cuidar al otro. Los mitos están para desmontarlos, y cuanto antes lo hagas, antes empezarás a disfrutar del sexo de forma más libre, segura y consciente.
Así que ya sabes: condón en el bolsillo, mente abierta y cero excusas.

